En el campo del diseño industrial, destacan numerosos ingenieros brillantes como Jacque Fresco, R. Buckminster Fuller y Nicola Tesla, cuyas ideas han revolucionado nuestra forma de pensar. Detrás de sus diseños innovadores, como las Ciudades Circulares de Fresco o las Cúpulas Geodésicas de Fuller, se encuentra un enfoque común: la eficiencia estratégica y la maximización de la productividad.
La visión de la "ciudad circular" de Fresco se basa en la creación de una serie de "cinturones" que cumplen diferentes funciones sociales, como la energía, la investigación, la recreación y la vivienda. Cada ciudad se concibe como un sistema en el que todas las necesidades se producen localmente, dentro del complejo urbano. Por ejemplo, la generación de energía renovable se sitúa en el perímetro exterior, mientras que la producción de alimentos se lleva a cabo en invernaderos de gran escala más cerca del centro.
Este enfoque difiere significativamente de la lógica de la economía globalizada en la que vivimos actualmente, la cual derrocha enormes cantidades de energía y recursos debido al transporte y procesamiento innecesario. Además, el transporte dentro de las ciudades circulares se planifica estratégicamente para reducir el uso de automóviles individuales, salvo en casos excepcionales como los vehículos de emergencia. Los hogares también se diseñan como microsistemas con generación interna de energía, utilizando tecnología fotovoltaica para aprovechar la luz solar absorbida por la estructura del edificio.
La Cúpula Geodésica, perfeccionada por Buckminster Fuller, es otra solución que busca la eficiencia en línea con este enfoque. El objetivo de Fuller era crear diseños que lograran más con menos recursos. Al darse cuenta de los problemas inherentes a las técnicas de construcción convencionales, reconoció la fortaleza de las estructuras naturales. Las cúpulas ofrecen ventajas significativas: son mucho más resistentes que los edificios convencionales y requieren menos material para su construcción. Además, pueden construirse rápidamente gracias a su naturaleza modular y se adaptan a la producción en masa. Estas estructuras también consumen menos energía para mantener la temperatura interna en comparación con las construcciones convencionales en forma de caja.
En última instancia, el interés subyacente en ambos casos es la sostenibilidad y la eficiencia en todos los niveles, desde el diseño de viviendas hasta el diseño de paisajes. Sin embargo, el sistema de mercado actual presenta obstáculos a esta eficiencia debido a su naturaleza competitiva y fragmentada.
La visión de la "ciudad circular" de Fresco se basa en la creación de una serie de "cinturones" que cumplen diferentes funciones sociales, como la energía, la investigación, la recreación y la vivienda. Cada ciudad se concibe como un sistema en el que todas las necesidades se producen localmente, dentro del complejo urbano. Por ejemplo, la generación de energía renovable se sitúa en el perímetro exterior, mientras que la producción de alimentos se lleva a cabo en invernaderos de gran escala más cerca del centro.
Este enfoque difiere significativamente de la lógica de la economía globalizada en la que vivimos actualmente, la cual derrocha enormes cantidades de energía y recursos debido al transporte y procesamiento innecesario. Además, el transporte dentro de las ciudades circulares se planifica estratégicamente para reducir el uso de automóviles individuales, salvo en casos excepcionales como los vehículos de emergencia. Los hogares también se diseñan como microsistemas con generación interna de energía, utilizando tecnología fotovoltaica para aprovechar la luz solar absorbida por la estructura del edificio.
La Cúpula Geodésica, perfeccionada por Buckminster Fuller, es otra solución que busca la eficiencia en línea con este enfoque. El objetivo de Fuller era crear diseños que lograran más con menos recursos. Al darse cuenta de los problemas inherentes a las técnicas de construcción convencionales, reconoció la fortaleza de las estructuras naturales. Las cúpulas ofrecen ventajas significativas: son mucho más resistentes que los edificios convencionales y requieren menos material para su construcción. Además, pueden construirse rápidamente gracias a su naturaleza modular y se adaptan a la producción en masa. Estas estructuras también consumen menos energía para mantener la temperatura interna en comparación con las construcciones convencionales en forma de caja.
En última instancia, el interés subyacente en ambos casos es la sostenibilidad y la eficiencia en todos los niveles, desde el diseño de viviendas hasta el diseño de paisajes. Sin embargo, el sistema de mercado actual presenta obstáculos a esta eficiencia debido a su naturaleza competitiva y fragmentada.